En las Rías Baixas gallegas, tierra de leyendas, de viñedos y de playas paradisíacas, hay muchas rutas que os encantarán, pero estamos seguros de que la Ruta da Pedra e da Auga os enamorará por su sencillez y su belleza.
Este sendero, que recorre unos 7 kilómetros de una gran belleza. Se extiende desde el municipio de Ribadumia hasta Meis, siguiendo el curso del río Armenteira. Se trata de una ruta que te conectará con la historia y el entorno a cada paso, uniendo la naturaleza con elementos que forman parte del rico patrimonio gallego, como los molinos de agua y otras sorpresas.
Ruta da Pedra e da Auga. Un paraíso natural a orillas del río Armenteira
Longitud: 6,8 km (ruta lineal)
Duración: 2h 30 minutos
Dificultad: Baja- media en pequeños tramos
¿DÓNDE COMIENZA LA RUTA DA PEDRA E DA AUGA?
La ruta comienza en la rotonda de la VG-4.2 en Ribadumia, al lado de una oficina de turismo y se dirige hacia el monasterio de Armenteira, en Meis, en la provincia de Pontevedra. Aunque se puede recorrer en ambos sentidos, nosotros optamos por comenzar en esta rotonda y dejar el monasterio como destino final.
Es una ruta lineal, por lo que tendrás que desandar lo recorrido o dejar un coche en cada extremo de la ruta.
Aunque hay algún tramo de la ruta es más exigente debido a su desnivel, el sendero es, en general, un cómodo paseo junto al río. Es un camino perfecto para hacer en familia, ya que no es muy complicado, incluso para aquellos que no estén acostumbrados a caminar largas distancias.
La ruta está bien acondicionada, con pasarelas de madera que atraviesan el río en algunos tramos, lo que añade un toque pintoresco al paisaje. La sombra de los árboles, combinada con el murmullo constante del agua, crea un ambiente fresco y agradable, especialmente en los días más calurosos.
Nada más empezar el sendero, los sentidos se despiertan. Pasarás por una espaciosa área recreativa, de un verde casi asombroso. A medida que avanzas por el sendero, el suave murmullo del río Armenteira, con sus pequeñas cascadas y pozas cristalinas, te acompañará de manera constante, creando una atmósfera envolvente y mágica durante todo el recorrido.
El camino está enmarcado por una vegetación exuberante, propia de las riberas gallegas. Aquí, árboles como los alisos, los fresnos, los sauces o los robles dominan el paisaje, ofreciendo sombra y fresco incluso en los días más calurosos del verano.
En buena parte del recorrido el musgo también es protagonista, dando un aspecto casi mágico, de bosque encantado. Las silvas, los helechos y pequeñas plantas silvestres como las violetas añaden color a cada rincón del bosque.
Esta es una ruta viva, donde la naturaleza se siente en el aire húmedo, en el olor a tierra mojada y en el sonido de los pájaros que crean un entorno inolvidable.
Uno de los grandes atractivos de la Ruta da Pedra e da Auga es, sin duda, la presencia de más de 30 molinos de agua a lo largo del camino. Estos molinos, muchos de ellos restaurados, son pequeñas obras maestras de la arquitectura popular gallega.
Construidos en piedra y situados estratégicamente a lo largo del río, estos molinos servían para moler el grano aprovechando la fuerza del agua. Hoy en día nos conectan con el modo de vida tradicional de la región.
El último tramo de la ruta, en Meis, es el más empinado y presenta un mayor desnivel, pero también es donde se encuentra la mayor concentración de molinos. Todos ellos están señalizados con su nombre, lo que permite conocer más sobre su historia y función.
Uno de los molinos más impresionantes es el molino de O Souto, donde aún se puede observar una antigua sierra de agua, un mecanismo poco común que ilustra la ingeniosidad de los antiguos pobladores de la zona.
Este molino fue construido con parte de la estructura del Aserradero de Couso que se había levantado sobre una antigua sierra hidráulica, que utilizaba la fuerza del agua para mover su mecanismo.
Esta tecnología, que no se empezó a emplear hasta bien entrada la Edad Media, funcionaba gracias a una rueda o noria instalada directamente en el curso del río. El giro de la rueda se transformaba en un movimiento rectilíneo que permitía cortar la madera mediante un sistema de poleas. Al igual que los molinos de agua, la sierra estaba protegida por una estructura similar.
Con el tiempo, la sierra hidráulica fue sustituida por un aserradero más moderno que funcionaba con un motor de gasóleo, aunque finalmente quedó en desuso, y, por eso, se aprovechó para la construcción del Molino de O Souto.
Contemplar los molinos restaurados en su entorno natural es una experiencia que te transporta a una época en la que el constante ruido del agua moviendo las piedras del molino era parte esencial de la vida cotidiana.
A lo largo del recorrido, descubrirás bonitas pozas donde puedes disfrutar de un chapuzón refrescante cuando el calor aprieta. Además, en algunos puntos encontrarás carteles informativos que te guiarán y te proporcionarán más detalles sobre la ruta.
El camino termina en el Monasterio de Santa María da Armenteira, que es uno de los lugares más importantes del recorrido, desde un punto de vista histórico.
El Monasterio de Armenteira, que fue fundado en el siglo XII, destaca por su arquitectura románica y por estar rodeado de un entorno tranquilo y relajante, lo que lo convierte en un lugar perfecto para descansar y disfrutar de la paz después del paseo.
Como veis, la Ruta da Pedra e da Auga no es solo un paseo por la naturaleza, también está llena de historia. Antiguamente, este sendero no solo conectaba los molinos, sino que era el camino que seguían los romeros durante el Lunes de Pascua para llegar al monasterio, situado al final de la ruta.
Por cierto, un detalle importante: justo al lado del monasterio hay un par de bares donde podrás beber y comer para reponer energías tras la caminata.
Aldea Labrega: Una Recreación de la Vida Rural
Si quieres añadir un toque cultural a tu experiencia, no puedes dejar de visitar la Aldea Labrega, situada a pocos metros de la ruta, prácticamente al principio del recorrido.
Esta recreación de una aldea gallega de principios del siglo XX es un pequeño viaje en el tiempo. La aldea cuenta con una serie de elementos tradicionales como un hórreo (granero elevado típico de Galicia), una pequeña ermita, personajes y animales esculpidos en piedra o un cruceiro.
Cada detalle está cuidado al máximo para ofrecer una representación fiel de la vida rural de la época.
Este rincón es ideal para hacer una pausa en la caminata, explorar y aprender un poquito más sobre la cultura gallega. También es perfecto para hacer alguna fotografía y, si viajas con niños, seguro que disfrutarán explorando este pequeño museo al aire libre.
Fauna y Flora
No solo los molinos y el río hacen especial esta ruta, sino también la increíble diversidad de flora y fauna que la rodea. A lo largo del recorrido, podrás observar diferentes especies de árboles que son habituales en las riberas gallegas. Destacan los ameneiros (alisos), salgueiros (sauces), sabugueiros (saucos) y carballos (robles).
Entre la vegetación de menor tamaño, encontrarás plantas trepadoras como el cabrifollo (madreselva. Además, los márgenes del río están poblados de pequeñas hierbas y plantas silvestres, como las violetas o el fento real, que añaden una gran variedad de colores y texturas al paisaje.
Entre la fauna es común avistar pequeños pájaros, anfibios y otros animales que habitan en las riberas. Como ves, este recorrido te ofrecerá la oportunidad de disfrutar de un ecosistema rico y de gran belleza.
Consejos Útiles para Disfrutar de la Ruta
Si estás pensando en explorar la Ruta da Pedra e da Auga, aquí tienes algunos consejos para sacar el máximo partido a tu experiencia:
Calzado cómodo: Aunque la mayor parte de la ruta es fácil de recorrer, algunos tramos puede presentar algunos desafíos debido al desnivel, por lo que es recomendable llevar calzado adecuado para senderismo.
Agua y comida: Lleva siempre agua contigo, especialmente en los días más calurosos. También puedes llevar algún tentempié para disfrutar en las áreas recreativas. De todas formas, como os acabamos de contar, al final del camino hay algún bar donde podéis tomaros algo.
Cámara de fotos: El paisaje, los molinos y la Aldea Labrega son perfectos para sacar fotografías que te recordarán esta maravillosa experiencia.
Protección solar: Aunque la ruta es bastante sombría, siempre es recomendable llevar protección solar.
¿En qué época realizar la Ruta da Pedra e a Auga?
La Ruta da Pedra e da Auga se puede disfrutar en cualquier época del año, aunque las estaciones ideales son primavera y otoño. Durante la primavera, el paisaje está en su máximo esplendor, con la vegetación pletórica y un río Armenteira lleno de vida. En otoño, los tonos dorados y rojizos del entorno crean un entorno espectacular.
El verano, sobre todo el mes de agosto, aunque es una opción atractiva por las pozas y zonas de sombra que refrescan el camino, puede ser una época bastante concurrida debido al turismo, lo que podría restar algo de tranquilidad al recorrido.
En invierno, aunque el sendero puede estar más húmedo y resbaladizo en algunos tramos, es una buena alternativa para quienes prefieren un paseo más solitario.
Alojamientos cercanos recomendados
Si vas a recorrer la Ruta da Pedra e da Auga, aquí te recomendamos algunos alojamientos cercanos. Desde casas rurales de interior para disfrutar de la tranquilidad, hasta opciones en la costa de Sanxenxo y O Grove por si os apetece descansar cerca del mar.
Enoturismo Novavila Rias Baixas Wine Design. Este hotel propone una experiencia diferente, cuidando cada detalle para crear un ambiente acogedor y lleno de encanto.
Casal de Folgueiras Rias Baixas. Un lugar ideal para desconectar en un entorno precioso, con una decoración rústica que te hará sentir en plena naturaleza.
Hotel Spa Atlántico San Vicente do Mar. Una opción perfecta en O Grove para disfrutar también de sus playas, de un spa y de masajes relajantes.
Hostal Casa Aurita. Un lugar que os fascinará por sus preciosas vistas a la costa de Sanxenxo.
Hotel Mardevela. También en Sanxenxo y con vistas al mar el Hotel Mardavela es otro alojamiento que os recomendamos en la zona.
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