Chulilla es uno de los pueblos más bonitos del interior de la Comunidad Valenciana. Ubicado a tan solo 62 km de Valencia, en la comarca de los Serranos y a orillas del río Turia, es un destino perfecto para los amantes del senderismo, la naturaleza y la escalada.
En un día podréis conocer el pueblo y realizar alguno de sus senderos, aunque sería perfecto disfrutar de este paraje al menos un fin de semana para descubrir sus muchos encantos y tesoros. En este artículo os contamos que ver y que hacer en Chulilla, os hablamos del pueblo, de las rutas que podéis realizar y de otras sorpresas. Comenzamos!
Indice
Toggle¿Qué hacer y que ver en Chulilla?
Chulilla es un tranquilo pueblo de casitas blancas con tejados de color ocre. El paisaje es impresionante, moldeado por las aguas del río Turia, cuya hidrografía y orografía, han determinado la existencia y la belleza de este lugar.
Estos factores que caracterizan el terreno en el que se ubica le han proporcionado, a lo largo de la historia, recursos económicos y seguridad defensiva.,
En el siglo XIII la población era principalmente musulmana pero, paulatinamente, a lo largo de los años, fue mermando hasta ser íntegramente cristiana. De todas formas, la influencia de esta cultura ha quedado claramente gravada entre sus muros.
Chulilla ha sobrevivido a muchos infortunios como las guerras carlistas, la guerra civil, la emigración, la epidemia de la cucaracha, la riada del 57 o el incendio de 1997. En la actualidad, es un pueblo renovado que ha sabido transformarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Su economía de carácter rural ha pasado a ser una economía de servicios que aprovecha todo el potencial histórico, arquitectónico y natural que les brinda el entorno.
Sin duda, Chulilla es un buen ejemplo a seguir por muchos pequeños pueblos en España.
Sus angostas y empedradas calles nos invitan a disfrutar de un pequeño paseo para descubrir su rincones, sus gentes y su arquitectura. Así que os dejamos una lista de cosas que hacer y ver en Chulilla. No perdáis detalle!
Castillo de Chulilla
Chulilla se encuentra asentada en las faldas de un gran montículo calcáreo. La parte superior de este promontorio se encuentra coronada por uno de los hitos más destacables de Chulilla, su castillo de origen musulmán.
Las murallas sólo están presentes en la parte sureste, ya que en su parte posterior se encuentra un barranco de grandes dimensiones que actúa como barrera natural.
Gracias a las excavaciones que se han llevado a cabo se sabe que este lugar ya fue habitado en la edad del Bronce y del Hierro.
La construcción del actual castillo data del siglo XII. Fue residencia, prisión y fuerte en las guerras Carlistas. Actualmente es uno de los puntos más visitados, no solo por su relevancia histórica, sino también por las inmejorables vistas que nos ofrece.
La Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles
Este edificio, de arquitectura barroca, se encuentra en el parte alta de pueblo, relativamente cerca del castillo. Fue construido sobre la base de una mezquita musulmana.
Ha sufrido varias reformas a lo largo de la Historia. Su torre, de estilo barroco valenciano del siglo XVIII, es visible desde casi cualquier punto del pueblo.
En su interior, podemos contemplar un retablo donde nos recibe la Virgen de los Ángeles y una cantidad considerable de tallas religiosas y decoración barroca del siglo XVI.
La ermita de San José del Arrabal
Este pequeño santuario, construido en el 1962 por iniciativa privada, lo encontrareis en la calle Arrabal. A su lado hay un árbol centenario que lo cobijo y lo cubre, así que debéis fijaros bien, si no puede pasar desapercibido fácilmente.
Es un lugar con mucha relevancia religiosa en determinadas fechas. El Domingo de Ramos se bendicen las ramas de olivo y se va en procesión desde la ermita hasta la iglesia parroquial Nuestra Señora de los Ángeles.
Miradores de Chulilla
El pueblo de Chulilla es un gran mirador en sí mismo desde el que podemos observar el valle y el río Turia en su camino a Valencia. Además, hay ciertos puntos estratégicos en el pueblo que no os debéis perder, miradores donde podréis observar este hermoso paisajes desde diferentes perspectivas.
El Mirador de La Peñeta, en la cara oeste de Chulilla. Desde aquí podemos observar la gran muela conocida como El Frailecico y en la parte baja las huertas de Chulilla.
El mirador Cruz de La Muela se encuentra en la parte más alta de Chulilla. Desde aqui tenemos una preciosa panorámica del pueblo, el castillo y los cañones del río Turia. En el mirador se encuentra una cruz protectora del pueblo. Las vistas son realmente impresionantes.
El Mirador del Castillo es otro de los miradores destacables de Chulilla donde podremos disfrutar de unas vistas espectaculares y, al mismo tiempo, visitar el castillo del que os hemos hablado anteriormente.
El Mirador las Cuevas está ubicado en el lado este del pueblo. Desde aquí podremos observar La Cueva del Gollizno y el barranco de La Cueva del Tesoro, de las que os hablaremos más adelante, ya que su visita es una de las actividades que podéis realizar en Chulilla.
El Mirador de Mosén, que recibe este nombre al estar ubicado en una peña de nombre homónimo, está cerca de uno de los varios parkings que posee Chulilla. Esta vista es la menos conocida, pero no por ello pierde su encanto ya que nos ofrece un nueva perspectiva de uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad Valenciana.
Plaza de la Baronia
Es el centro neurálgico del pueblo y desde donde parten la mayoría de las rutas y los caminos hacia los miradores de los que os acabamos de hablar. Es el sitio ideal para tomar un refresco o comer en alguna de sus terrazas después de un intenso día de senderismo.
Rutas en Chulilla
A estas alturas ya os habréis dado cuenta, por lo que os hemos contado, de que Chulilla es una de las bellezas naturales más destacables y sorprendentes de la Comunidad Valenciana.
Para disfrutar al máximo de este espectacular entorno no hay mejor manera que realizar alguna de las rutas que os vamos a mostrar a continuación. Aquí en Chulilla, el paraje natural municipal de los los Calderones es conocido por sus impresionantes formaciones rocosas, su vegetación y sus vistas impresionantes, así que toca ponerse las botas y disfrutar al máximo de esta maravilla.
La composición calcárea del terreno y el río Turia han conformando la geografía de cañones y gargantas típicas de la zona, por las que discurren la mayoría de las rutas del lugar. Por todo esto, sobre todo en los últimos años, se ha convertido en un destino popular para los entusiastas de la naturaleza y de las actividades al aire libre que buscan aventura y relajación.
A continuación os dejamos una lista de las rutas, fotografías y actividades más populares que hacer en Chulilla. Esperamos que os gusten tanto como a nosotros.
Ruta de los Calderones o puentes colgantes de Chulilla
La Ruta de los Calderones o puentes colgantes de Chulilla es una de las rutas más conocidas y más bonitas de las que podemos realizar en Chulilla. Discurre por los puntos más llamativos y sorprendentes del río Turia, el cual cruzaremos varias veces por medio de dos puentes colgantes hasta llegar al embalse de Loriguilla.
Recibe su nombre por un punto en su recorrido, Los Calderones, donde las aguas del barranco del Tarragón desembocan en el rio Turia. También es conocida como la ruta de los Pantaneros, porque era el camino que recorrían los obreros que trabajaban en la construcción del embalse de Loriguilla para desplazarse hasta Chulilla en los años 50.
Ficha técnica de la ruta:
Tipo de ruta: Lineal
Recorrido: 10 km ida y vuelta
Duración: 2:30 h / 3h
Dificultad: Media. Apta para niños.
Si queréis extender un poco más la ruta y hacerla circular y no volver por el mismo sitio se puede continuar por el barranco de Vallfiguera visitar las pinturas rupestres más importantes del arte levantino y llegar de nuevo a Chulilla. Todo dependerá de vuestra estado físico y de el tiempo que dispongais para realizarla.
Tenéis más información de esta ruta os dejamos este artículo: Ruta de los Calderones o puentes colgantes de Chulilla, donde os dejamos todos los detalles de la misma y más fotografías de la ruta.
Ruta Charco Azul
Esta pequeña ruta, apta para todos los públicos, es visita obligada. Es un sendero corto, fácil y situado en un maravilloso paraje.
Ficha técnica de la ruta:
Tipo de ruta: Lineal
Recorrido: 4 km Ida y vuelta
Duración: 1h 30 min
Dificultad: Fácil. Apta para niños.
La ruta comienza en la plaza del pueblo desde donde descenderemos por el oeste a las huertas de Chulilla. Encontraréis un pequeño parking donde también se puede iniciar el sendero SL-CV 74 que nos llevará hasta el Charco Azul.
En este punto veréis unos carteles explicativos de la ruta que os ayudarán a resolver vuestras dudas, aunque no tendréis ningún problema para seguirla.
El sendero nos lleva por trascastillo, como se conoce a la parte trasera del pueblo, entre huertas, granados y algarrobos centenarios.
A los lejos se divisa un gran hueco en el lateral del cañón que no pasa nada desapercibido por sus grandes dimensiones. Este abrigo natural es conocido como la Cueva Gollizno, que visitaremos más adelante.
Después de recorrer 1,5 km nos encontramos con un remanso de agua transparente y refrescante conocido como Piedra Judía. La sensación de paz y tranquilidad se acentúa al contemplar las agusa tranquilas y la vegetación que no rodea.
La paredes verticales del cañón nos reflejan una luz suave que invita a la reflexión y al descanso. Que bien sienta una buena dosis de medicina natural!
Empezamos a ver más agua y unas estructuras de madera a modo de pasarela nos permite cruzar varias veces las zonas húmedas. Ya falta poco para llegar al Charco Azul.
Una vez en el punto final podemos ver el azud, una pequeña presa construida para canalizar el río y el lago que se forma de las aguas procedentes del Turia. En un lateral hay unas pasarelas que recorren un borde del Charco Azul, pero cuando nosotros lo visitamos estaban cerradas por su mal estado y deterioro.
Un pantalán de madera nos permite introducirnos más es este fotogénico lugar de color ¿verde turquesa?.
¿Por qué se llama Charco Azul si el color del agua a es verde turquesa? El nombre Charco Azul proviene de la derivación que fue surgiendo de la palabra árabe Azud. Y es que fueron los árabes los que construyeron esta estructura para canalizar el agua hacia las huertas.
El regreso es por el mismo camino, pero en la zona ajardinada hay un pequeño sendero que atraviesa la acequia y que podéis tomar ya que también dirige, cuesta arriba, hasta el pueblo.
Cueva del Gollizno
En este sendero local conoceremos la Cueva del Gollizno, un abrigo natural sobre la roca calcárea de grandes dimensiones y de gran espectacularidad. Desde el sendero del Charco Azul se puede apreciar a lo lejos pero cuando accedes a él es realmente impresionante.
Ficha técnica de la ruta:
Tipo de ruta: Lineal
Recorrido: 2 km Ida y vuelta
Duración: 1h 30 min
Dificultad: Fácil
Comenzamos la ruta en el centro del pueblo y nos dirigimos a la parte baja desde donde sale también la ruta del Charco Azul, pero en dirección opuesta hacia la cima de Frailecico.
Iniciado el sendero por una pista de tierra cruzamos la zona de las huertas de Chulilla. Estas huertas se riegan gracias al ingenio de los musulmanes que supieron aprovechar y enviar el agua para sus cultivos a través de canalizaciones desde el Charco Azul.
Cruzamos un pequeño puente y llegamos a un cruce de caminos. Hacia las izquierda están las Pinturas Rupestres y Frailecico y por el camino de la derecha la Cueva del Tesoro y Cueva del Gollizno.
Subiendo el sendero tenemos una nueva perspectiva del cañón del Turia y del pueblo, el cual iremos perdiendo de vista al introducirnos más a fondo en el cañón. Debajo de nosotros, en la ribera del río, podemos entrever el remanso de las Mulas, un sitio ideal para refrescarnos en verano.
A medio camino del sendero hay otra bifurcación hacia la Cueva del Tesoro, pero nuestro destino es la del Gollizno, ya que sus dimensiones desde lo lejos nos han llamado mucho la atención.
Este abrigo se asemeja a otro que no pudimos visitar por restricciones de conservación en la Ruta del faro de Albir, en la localidad de nombre homónimo en la provincia de Alicante.
Tras unos 40 min de caminata entre pinos, madroños y matorrales, llegamos finalmente a la cueva. Esta formación natural horadada en la roca caliza sirvió de refugio para el ganado antiguamente.
Es casi imposible no dejar volar la imaginación y pensar que allí pudieron vivir nuestros antepasados, ya que las condiciones que ofrece la cueva para resguardarse del sol y de la lluvia son ideales y, además, con unas panorámicas al cañón del Turia privilegiadas.
En época de lluvias una gran cascada se precipita por sus bordes con aguas que provienen de las partes altas de cañón, concretamente de «La Punta».
En el camino de vuelta podéis subir por un sendero y llegar a la Cueva del Tesoro. La entrada es muy angosta y hay que ir con mucha precaución. Aunque se puede acceder, es mejor dejarlo para expertos en espeleología.
Las rutas están debidamente señalizadas, de todas formas, al final del artículo, os dejamos un mapa para que podáis planificar y organizar las que queréis hacer y decidir el orden que más os convenga.
Escalada en Chulilla
Chulilla es uno de los sitios más importantes para practicar la escalada en España. Desde los años 80, gracias a un grupo de escaladores valencianos, se puso en valor el gran potencial que tienen las paredes calcáreas del río Turia.
El clima templado en invierno ha proporcionado que muchos escaladores aprovechen dicha circunstancia climática para disfrutar de las espectaculares rutas que se pueden encontrar en Chulilla.
Otra de la ventajas que poseen estas paredes calcáreas es su orientación. Las curvas que describe el río Turia permiten al escalador escoger un sector con sombra o un sector con sol, dependiendo de las horas del día.
Existen cuatro áreas de escalada, casi todas ellas ubicadas en el paraje natural municipal de los los Calderones. En total cuenta con 59 sectores, por lo que podréis encontrar muchas opciones con grados entre el 5 y 8+.
Este auge de la escalada tiene un impacto muy positivo en Chulilla, ya que en invierno contrarresta la temporada baja de los turistas que se desplazan a la zona para realizar rutas o simplemente visitar el pueblo.
Casi todas las rutas se encuentran en el paraje natural municipal de los Calderones por lo que se recomienda no escalar sin consultar a la Forestal o los locales de la zona. El fuego y la acampada libre están prohibidos en la Comunidad Valencia. Existe una zona de acampada permitida previo permiso de la Consellería de Medio Ambiente.
¿Cómo llegar a Chulilla?
Desde Valencia, tomaremos la carretera CV-35, conocida como la Pista de Ademuz o Pista de Liria, hasta Villar del Arzobispo y desde aquí tomaremos la carretera CV-394 hasta Chulilla. En total nos llevará sobre 55 min dependiendo de la temporada y el tráfico.
¿Dónde aparcar en Chulilla?
Chulilla es un pueblo con un entramado de calles muy angostas y su circulación está restringida para los residentes o para los que se hospedan en alguno de sus alojamientos. En verano hay mucha afluencia de turistas por lo que os recomendamos que no intentéis meteros en el pueblo ya que podréis quedaros atascados en alguna de sus calles.
En la propia carretera CV-394 existen varios parkings. Si vais a hacer la ruta de Los Calderones hay un parking al comienzo de la ruta, pasando el pueblo. Los parkings los hemos señalado en el mapa más abajo.
¿Dónde dormir en Chulilla?
En Chulilla encontraréis una gran cantidad de casas rurales, algunas con mucho encanto. Os aconsejamos que reservéis con antelación, sobre todo en temporada alta, ya que hay bastante demanda.
La Baranda. Esta maravillosa casa rural de seis habitaciones se encuentra cerca de la La Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles. Posee terraza con vistas a la montaña y solarium con vistas al río. Algunas habitaciones cuentan con sala de estar.
Ático el más allá . Este apartamento, totalmente equipado en pleno centro de Chulilla, es ideal para ir en pareja. Posee vistas a la montaña y al río. Dispone de cancha de tenis y jardín para relajarse después de un día de senderismo.
Mapa de Chulilla
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